jueves, 6 de julio de 2017

Leyendo Rayuela en China y el Dinero dios.

Es curioso que estando en China Rayuela me hable de China. 
Me lo recomendaron infinitas veces en España sin yo saber que mi siguiente destino estaría aquí, y sin saber que Rayuela se vendría conmigo; tantos, tantos kilómetros a mi lado. Y es que de eso va este libro ¿no?, de encuentros fortuitos y mundos que se conectan.
En un capítulo hablan sobe "algo primitivo" como la tortura que antes se practicaba. Pero en esta China moderna yo todavía contemplo mucho de lo primitivo. 
Y no, no me refiero a escupir o hurgarse la nariz. Hablo del nuevo primitivismo chino, basado en lo sumamente materialista. Su nuevo Dios es el Dinero. 
El Dinero dios.
Comprar, comprar, tener cosas, muchas cosas, mucha ropa, maquillaje, móviles caros, coches caros, una casa grande, muy grande... todo y mucho, más y mejor que el de al lado, para diferenciarte de ellos. Para mostrar que has ganado: Mira qué feliz soy, tengo cosas. Cosas. Para mostrar que el Dinero dios te sonríe a ti y no al resto. Pero sin que se note demasiado, no vayas a sobresalir del grupo.
La nueva tortura china es que este dios no te muestre su beneficencia y tu no tengas tantas cosas como el otro, que no puedas comprar, comprar muchas cosas, mucha ropa, maquillaje, un móvil caro, un coche caro, o esa casa tan grande... es una frustración profunda, es el puro fracaso vital... es la tortura (y estoy hablando completamente en serio cuando empelo términos como "frustración profunda" o "fracaso vital"). El nuevo estilo de tortura que ahora se practica a gran escala.
Pero, ¿y qué pasa con el alma?, ¿dónde queda su contemplación?, ¿dónde queda su cultivo?, ¿su crecimiento?
En el reino del Dinero dios no hay cabida para eso, ni para la antigua cultura, ancestral, tan aclamada, que estudiaba y valoraba la humanidad, y que ahora resuena a lo lejos, muy lejos... Tal vez perdida, vagando entre los libros, entre todos esos que por otro lado, son tan difíciles de conseguir aquí.
Pero da igual, no me malinterpretéis, no quiero decir con esto que Occidente se encuentre en un lugar superior, ni mucho menos, ¿acaso somos tan diferentes? "Increíble cómo nos estamos empobreciendo todos"(1).
En el mundo del Dinero dios cada vez somos más pobres.

(1) Cortázar J., Rayuela. Cátedra. pág. 190.

No hay comentarios:

Publicar un comentario